En el artículo de hoy hablamos de uno de los mayores enemigos de los jugadores de póker: el tilt.
Experimentado y sufrido por muchos, tiltear en póker es una de las peores sensaciones que se pueden tener, acarreando desastrosas consecuencias para el jugador. Si no sabes que es el tilt póker, no puedes perderte este post donde te contamos qué situaciones lo desencadenan y cómo evitarlo.
¿Qué es el tilt en póker y por qué hay que evitarlo?
Con el término tilt, se hace referencia a un estado de frustración, enfado o rabia, extremadamente difícil de gestionar, y que desencadena una serie de malas decisiones.
El jugador pierde por completo el control sobre la partida y no hace sino equivocarse en todas sus acciones, lo que conlleva a enfurecerlo todavía más, especialmente si se trata de un perfil de jugador de tipo loose aggressive o loose pasivo.
Así, el tilt está vinculado a las emociones y se expresa de muy diversas maneras, siendo las más frecuentes apuestas agresivas e ir hasta el showdown con manos débiles. Los faroles extremos son otro de los rasgos de que un jugador está en tilt.
Este es el tipo de tilt póker más común y más extendido, aunque también podríamos hablar del denominado tilt pasivo el cual hace referencia a la actitud tímida y miedosa que muestra un jugador tras perder una mano y que le impide jugar de manera mínimamente agresiva. Temeroso de sufrir un bad beat, ni siquiera apuesta cuando lleva una buena mano.
Uno de los grandes aprendizajes de todo buen jugador de póker es aprender a gestionar y evitar el tilt, dadas las desastrosas consecuencias que trae consigo. A un jugador en tilt solo le espera un final si se mantiene en la partida y no es capaz de controlarlo: un bankroll a 0.
Cómo surge el tilt y a qué tipo de jugadores afecta
El tilt está relacionado con las derrotas. Sin embargo, no es lo mismo ver cómo se lleva el bote un rival con unas cartas claramente ganadoras frente a tu pareja de 5, que llevar una pareja K-K contra J-8 en el flop con Q-3-2 y, el turn y el river sean, respectivamente 9-10.
Esto es lo que se conoce como bad beat, y es uno de los principales responsables del tilt en los jugadores de póker. El bad beat es la jugada por la cual, un jugador lleva una mano claramente ganadora frente a otra que no lo es, hace all-in, pero el turn y, especialmente, el river, dan la victoria al jugador que tenía hasta el momento escasas probabilidades de ganar.
En estas situaciones, en estos momentos terribles, es cuando nacen o se hacen los jugadores reales de póker, cuando los jugadores aprenden a gestionar estos momentos y no se empujan a actuar impulsivamente arrastrados por la rabia o la impotencia de la situación.
Además del bad beat, el cooler es otra de esas jugadas que se esconden detrás del tilt de un jugador.
A diferencia del bad beat, se habla de cooler cuando una mano fuerte pierde frente a otra más fuerte. ¿Qué quiere decir esto? Que, aún jugando con total maestría, una de las manos fuertes estaba destinada a perder.
Tanto una como otra jugada, puede afectar a jugadores de cualquier nivel. Sin embargo, no todos reaccionan de la misma manera ni son igual de vulnerables frente al temido tilt. En este sentido, encontramos dos perfiles especialmente susceptibles de tiltear: perfil loose aggressive y loose pasivo.
Perfil loose pasivo
Es el perfil recreacional por excelencia. Este tipo de jugador tiene dos objetivos: pasarlo bien y ganar dinero. La gran diferencia entre los objetivos de un perfil recreacional y un perfil profesional es que, estos últimos, saben cómo jugar a póker.
El perfil recreacional tiende a sobrevalorar sus manos. Además, cuando lleva una mano fuerte en el preflop, llega hasta el final, independientemente de las cartas comunitarias que haya sobre la mesa.
Por lo que respecta a las apuestas, suele ir cuantas más manos, mejor, lo que causa estragos en su bankroll combinados con algunos momentos de bonanza que acaban pronto. Si bien es cierto que tiende más a hacer call que a subir las apuestas. Este tipo de perfil tiende a “picarse” con sus rivales, por lo que muchas de sus acciones son muy emocionales.
Perfil loose aggressive
Este perfil comparte con el anterior su inclinación por ir a muchas manos, pero, a diferencia del loose pasivo, este jugador apuesta muy fuerte.
Este jugador impredecible y agresivo es muy amigo de los raise y re-raise, lo que tiende a acobardar al resto de jugadores de la mesa. No les gusta nada perder, y menos las cantidades de dinero que apuestan, por ello son muy susceptibles de sufrir tilt.
Tips profesionales para evitar el tilt
Pese a lo frecuente de este estado mental de frustración e irritación, existen una serie de prácticas que puedes llevar a cabo para evitar el tilt.
Conócete a ti mismo
¿Qué tipo de jugador eres? ¿Te has sentido identificado con los dos perfiles que hemos descrito? Si es así, ponte en alerta.
Identificarte con uno u otro perfil no significa que estés condenado a sufrir tilt en cada partida de póker, pero sí que has de estar atento a ciertas señales que evidencian que estás tilteando. Por ejemplo: tras una derrota, juegas manos de manera compulsiva; apuestas de manera agresiva y cometes error tras error.
Si experimentas alguno de estos síntomas, retírate de la partida.
No existe otro secreto: si vas a dejarte arrastrar por tus impulsos, abandona el juego y reflexiona si el póker es para ti.
Aprende que a veces se gana y otras se pierde
Incluso los mejores jugadores de póker han sido derrotados alguna vez en su vida. Y, seguramente, volverán a perder en futuras ocasiones. Pero no por ello van a arruinar toda la partida por una derrota.
En el póker, como en la vida, a veces se gana y otras se pierde e, incluso, cuando se pierde puede extraerse algo positivo.
Juega a límites bajos o no juegues algunas manos
Si sientes que estás en tilt, lo más recomendable sería retirarte unas cuantas manos de la partida o, si lo prefieres, puedes seguir jugando en límites más bajos para no perder demasiado dinero.
Recuerda que es muy difícil gestionar el arsenal de emociones que desencadena el tilt, por lo que sé consecuente con ello.
Analiza como te afecta y si puedes controlarlo y así quizás puedas acabar dando con la fórmula que puede convertirte en un gran jugador de póker, o por lo menos, serás una persona que disfrute de las mesas y de este juego, de una forma sana y equilibrada.